Una estancia con historia
Momentos históricos
La inauguración del Hotel Imperial en 1914 supuso un acontecimiento social en la ciudad, aunque nadie imaginaba entonces que se convertiría en el establecimiento hotelero más longevo de Valladolid.
La misma familia que lo fundó sigue regentando este alojamiento, emplazado en un edificio monumental con casi cinco siglos de historia: la residencia de los Gallo de Andrada. Su fachada original de piedra sillar permanece muy bella, a la entrada del restaurante, y la decoración clásica encumbra la esencia histórica de sus estancias, siempre estimulante.
Cabe destacar, en la decoración, las columnas toscanas del antiguo patio que alberga hoy la cafetería. Dichas columnas sostienen capiteles renacentistas originales, testigo de la vida cortesana de la opulenta familia de banqueros que habitó en sus estancias durante generaciones.
Entre los hitos históricos unidos para siempre a este hotel, destaca , durante la época en la que Valladolid fue capital del reino de España, Don Juan Gallo de Andrada, propietario de la casa y escribano de Cámara de Felipe III. Fue la persona que dio fe de la Tasa con la que se publicó la primera edición publicada del Quijote, allá por 1604.